“El fenómeno en sí no sólo es auténtico sino que a lo largo de la última década ha ido adquiriendo unas dimensiones tales, de una complejidad, de una riqueza de contenido, que yo me atrevería a calificarlo como uno de los acontecimientos más importantes con los que se enfrenta la humanidad…” Dr. Fernando Jiménez del Oso.
Desde los años setenta del pasado siglo, en el sur de Inglaterra cada verano, cientos de extrañas formaciones, circulares o geométricas surgen de la nada en mitad de la campiña inglesa. No han podido ser efectuadas por manos humanas...
Pocos enigmas nos han preocupado tanto en los últimos años.
Surgen desde hace siglos, pero allá hace algo más de una década se convirtieron en un misterio de primer orden que acaparó portadas a todo color en revistas y dominicales. Y es que a diferencia de otros fenómenos extraños, éste es perfectamente visible y palpable.
El registro más antiguo que se conoce fue publicado en la portada de un folleto en los Estados Unidos, el 22 de agosto de 1678, con el titular The Mowing-Devil. La imagen más curiosa de este titular es de una extraña criatura generando un gran círculo en el cultivo. El agricultor que dio testimonio para el articulo aseguró haber visto al mismo diablo segando el trigo.
Aparentemente no hay registro de sucesos posteriores hasta bien entrado el siglo xx.
Como ya he dicho, a partir de la década de los setenta, el enigma resucitó poco a poco. En la campiña aparecían círculos perfectos que parecían trazados con un compás desde arriba. Algunos veranos (surgían en la época estival, puesto que entre mayo y agosto las espigas de los campos de cereal alcanzan su máxima altura) se contabilizaban diez círculos, otros veinte… Y así cada año se añadían más crop circle, que es como se denomina en los países de habla anglosajona a estos "círculos del cereal".
Como decía, cada año aparecían más formaciones. Y año tras año, las "señales" comenzaron a convertirse en pictogramas cada vez más complejos.
Hacia finales de los años ochenta y comienzos de los noventa del pasado siglo las "señales" sólo consistían en un círculo central y varios alrededor, a veces unidos entre sí por líneas rectas. Ya entonces comenzaron a hacerse comparaciones: que si se parecían a la estructura de un átomo tal como lo dibujan los físicos, que si recordaban vagamente a la menorah judía (el candelabro de siete brazos), a determinadas formaciones espaciales como galaxias o sistemas solares... Surgieron diversas hipótesis racionales para explicar el enigma.
Una de ellas consideraba que los círculos se formaban por la acción de hongos; otra, expuesta por Terence Meaden, meteorólogo experto en anomalías atmosféricas, infería la posible existencia de un hecho climático novedoso: vórtices de plasma concéntricos que al actuar sobre las espigas de cereal formaban círculos.
La primera de ellas se desechó tras los primeros análisis, pero la segunda logró cierto apoyo entre la comunidad científica, ya que explicaba el efecto visual de las espigas aplastadas pero no las rotas ni cortadas. Sin embargo, la propuesta de los vórtices de plasma sólo servía para explicar las primeras formaciones, pero no las que fueron aparecieron a medida que pasaban los años, cada vez más complejas.
De hecho, el enigma ha seguido transformándose. Algunas de las formaciones aparecidas en los noventa se asemejan a insectos trazados a base de círculos de diferente tamaño. Otras "señales" son medias lunas, estrellas incorporadas en el interior de los círculos, espirales, nudos, fractales…
En los últimos años, los pictogramas representan formas derivadas de la matemática del caos, tan exactas en algunos casos que se han hallado en ellos los principios geométricos constantes como los que sirvieron para edificar las pirámides y las catedrales góticas.
El hecho es que con el paso del tiempo, las formaciones –que fundamentalmente surgían en los condados ingleses de Wiltshire y Hampshire– comenzaron a parecer una especie de intento de comunicación de tipo inteligente.
El enigma sufrió un brusco giro en el verano de 1991, cuando un diario sensacionalista inglés presentaba en sociedad a Doug Bower y Dave Chorley, dos ancianos que se autoinculpaban de ser los creadores de los círculos. Decían utilizar para hacerlos unas tablas de madera enganchadas a una cuerda; pisaban sobre las planchas presionando las espigas y así daban forma a los círculos. La difusión de aquella noticia provocó un enorme revuelo y medio mundo creyó haber descubierto que todo era un simple y burdo fraude.
El tiempo ha demostrado que aquellos dos ancianos no eran los responsables de los crop circle. Aún habiendo muerto uno de ellos, las formaciones siguieron apareciendo. Pero es que había días en que aparecían decenas de "señales" distantes entre sí cientos de kilómetros. Era imposible que aquellos dos ancianos pudieran estar en dos lugares a la vez efectuando formaciones que además requerían horas de abajo. Igualmente cuando Doug y Chorley quisieron demostrar ante la prensa que ellos habían sido capaces de efectuar los círculos, no lograron sino unos trazos mal acabados. Tiempo después se supo que detrás de la revelación de los ancianos había una importante suma de dinero en juego. Las malditas exclusivas inventadas por los periódicos ingleses, que tanto daño han hecho al periodismo, fueron los responsables de la falsificación.
Evidentemente, muchas formaciones son fraudulentas. Una pequeña legión de falsificadores recorre los campos ingleses con sus cuerdas y sus tablas creando crop circle. Sin embargo, los investigadores saben distinguir perfectamente los falsos de los auténticos, porque estos últimos presentan una serie de anomalías magnéticas y de otro tipo que son imposibles de crear de otro modo. Por no hablar, claro está, del aspecto físico que tienen. Los círculos falsos no presentan la sobriedad geométrica del resto.
Otra de las cosas que más llaman la atención a primera vista y desde el aire es la perfección del trazado. En el suelo se observa que los tallos no están rotos ni quebrados. Están simplemente curvados a pocos centímetros del suelo y en espiral, y siguen creciendo en su posición. Además, y sobre todo en las formaciones rectangulares, los tallos están entrelazados alternativamente o en grupo, formando impresionantes mosaicos vegetales. Según el antropólogo alemán Michale Heseman resulta prácticamente imposible que un farsante logre diseñar estas figuras durante la noche y con esas características. Baste recordar que cuando se rodó la película Señales, protagonizada por Mel Gibson, los productores de Disney no fueron capaces de fabricar círculos perfectos y tuvieron que conformarse con crear una formación irregular.
Aparte de que algunas formaciones son tan enormes que plantean serios inconvenientes a un supuesto falsificador. Entre las aparecidas el verano de 2001, había una de 300 metros de diámetro formada por cerca de 700 círculos. Es tan compleja que se habrían necesitado decenas de hombres ejecutando un círculo cada minuto para completarlo en una noche. Y sin embargo, nadie vio nada, cuando un ejército del falsificadores trabajando durante ocho horas habría quedado en evidencia. Por no hablar de la simetría casi perfecta de la formación, imposible de conseguir con total oscuridad y sin una perspectiva aérea. Un hecho constante en los crop circles verdaderos.
Se ha comprobado que en el interior de los círculos hay un remanente de energía, tanto más activa cuanto más reciente son. Y esa energía detectada interactúa con otras energías medibles de manera que se ha comprobado que el campo electromagnético es un 300 por ciento superior al resto del cultivo, lo que no solo perciben los aparatos de medida sino cualquier aparato electrónico (móviles, cámaras, …) También en muchos círculos se han detectado niveles anormales de radioactividad.
Cualquiera que sea esa energía, es evidente que afecta a los seres vivos, en este caso a los vegetales. Si la planta es muy joven el tallo o el grano no madura y muere. Si la formación de los círculos se produce más avanzada la estación, con las espigas más desarrolladas, el grano maduran pero se vuelven estériles. En ambos casos los granos se deforman. Sin embargo si aparecen con las espigas ya madurando, los tallos y éstas crecen más rápido y más sanas que el resto del cultivo. Además los tallos jóvenes del interior de las formaciones presentan nódulos más desarrollados y pueden doblarse sin romperse mucho más que el resto.
El profesor Levengood de la Universidad de Michigan realizó un sencillo experimento, sometiendo a los tallos normales a los efectos de un horno de microondas y obtuvo resultados muy parecidos. Como conclusión vemos que el fenómeno no sólo afecta al magnetismo y a la radioactividad del terreno, sino que además altera la estructura molecular de las plantas.
Pero lo más extraordinario es que la energía presuntamente causante de la formación de los círculos permanece en el lugar, conservando sobre el terreno la memoria del diseño del dibujo que está representado. En 1998 el ingeniero Colin Andrews realizó un experimento que así parece demostrarlo. Colocó agua destilada en recipientes adecuados dentro de alguno de los círculos de las cosechas y después, mediante un espectrógrafo, comprobó que a nivel molecular el agua tendía a ordenarse de una forma parecida a la del dibujo en cuyo interior había estado, como si en ese lugar hubiese un campo energético con el esquema del dibujo memorizado y la misma información hubiese pasado al agua reordenando sus moléculas.
Esta energía se basa de métodos desconocidos para formar geometrías perfectas tal y como pudo comprobar Roy Datom. Este ingeniero aeroespacial inglés ha comprobado que la espiral que se forma en el interior de la formaciones circulares corresponde a un modelo matemático concreto que se repite en todos los círculos auténticos. La espiral interna corresponde a un vórtice de contracción, con una fuerza que va hacia el centro, en tanto que la línea que forma el círculo externo gira con una dirección opuesta…
En varios de los dibujos complejos el diseño esta basado en la progresión matemática en la que un número es la suma de los dos anteriores. Así, en los conjuntos de círculos, el diámetro de cada uno de ellos es igual a la suma de los diámetros de los dos círculos precedentes. Además, se sirven en otros diseños del número áureo, una proporción geométrica inconfundible.
Una de las cosas que también llama la atención con las formaciones de los círculos es la conexión que tienen con el sonido. Hay diseños que dan proporciones musicales, proporciones diatónicas relacionadas con la escala musical. Demuestran escalas geométricas en proporciones que dan como resultado notas musicales.
Formaciones fractales
Series en los que a partir de los bordes de una figura se van formando otras cada vez más pequeñas. Un concepto matemático de vanguardia que también está presente en los círculos de las cosechas desde principios de los años noventa.
Un fractal, técnicamente hablando, es un cuerpo geométrico, una superficie limitada, finita, cuyo borde o perímetro tiende al infinito. Se le denomina fractal por la gran fractura que presenta las diversas geometrías cuando se llega a nuestro límite de entendimiento, cuando llegamos a los bordes del infinito.
El primero de estas representaciones fractales apareció el 13 de agosto de 1991 cerca de Cambridge, sede la universidad en la que precisamente daba clase el matemático Benoit Mandelbrot, descubridor de los diagramas fractales.
La serie de Mandelbrot es un fractal. Representa una fase existente con una geometría . Las computadoras la colocan en un esquema representando unas condiciones que indica el verdadero límite entre el orden y el caos. El fractal representa el límite entre ambas fases, en el preciso momento en que el orden se transforma en caos y el caos vuelve al orden. “Creo que es muy importante que nosotros comprendamos cual es el momento en el cual el orden desaparece y se transforma y vuelve el caos” – afirma el ingeniero Colín Andrews.
La geometría fractal expresada en los círculos de las cosecha es técnicamente imposible de llevar a cabo con ningún mecanismo que nadie tenga. Haría falta invertir demasiada energía, esfuerzo y tecnología de alta precisión para llevar a cabo estos dibujos, todavía más pensando que estas formaciones vistas desde el aire son absolutamente perfectas. Dar como ejemplo el diseño de Averbury de 1996 formado por cerca de 2500 piezas todas diferentes entre sí perfectamente sincronizadas dentro de una geometría fractal. Si alguien humano ha sido capaz de realizar semejante obra, este hecho en sí ya sería algo maravilloso y digno de un serio estudio.
Peculiaridades de los cultivos
El trigo encontrado en los campos de cultivo ha sido objeto de estudio para probar la procedencia de estas formaciones, centrándose en los supuestos cambios eléctricos, daños físicos de la propia planta etc.
Según BLT (asociación encargada del estudio de los círculos). Los nudillos de las plantas de trigo presentan una serie de anomalías en las cosecha supuestamente no realizadas por los hombres, como sería un alargamiento y/o una "expansión" a causa de una fuente de calor. Para esta asociación este fenómeno de cambios físicos en la planta de trigo se deben a efectos atmosféricos a los que ellos denominan Vórtices de plasma.
El número pi
Situado en un campo cerca de Barbury Castle, en Wiltshire, Inglaterra, ha provocado el asombro de la comunidad local de matemáticos. Este crop circle describe un símbolo matemático de alta complejidad.
El círculo, está vez encontrado en un cultivo de cebada mide 46 metros de diámetro y aparentemente representa los diez primeros números de Pi: 3.141519265.
El astrofísico Michael Reed dijo que "incluso el décimo dígito ha sido redondeado correctamente. El pequeño punto en el centro es el punto decimal". Reed señaló también que el círculo encontrado en Wiltshire es probablemente el más complejo hasta la fecha.
Códigos matemáticos y patrones geométricos han sido un factor importante en las formaciones de los también llamados "círculos en los cultivos". Uno de los más famosos, compuesto por una serie de fractales conocidos como el "Julia Set", fue encontrado en un campo cerca de Stonehenge.
Lucy Pringue, una investigadora de los efectos de los campos electromagnéticos en los sistemas vivos y quien tiene la base de datos más grandes acerca de los crop circle, dijo del acontecimiento "es un suceso increíble…".
Imagen del mensaje de Arecibo
El 19 de agosto del 2001, apareció la imagen del mensaje de Arecibo reproducida sobre un campo de trigo ubicado cerca del observatorio de radar de Chilbolton, en Wherwell, Hampshire, en una de las manifestaciones de estos pictogramas más impresionantes de los últimos tiempos. La imagen de Chilbolton reproduce, con asombrosa fidelidad, la matriz cuadriculada en números primos de 73 x 23 caracteres de Arecibo, con algunas variantes:
•El ser humano del mensaje terrestre aparece cambiado en este agroglifo por la figura de un ser macrocéfalo de aspecto humanoide.
•La "doble hélice" del ADN original, fue cambiada por una de "triple hélice" en su costado derecho, sugiriendo un "hibridaje" entre los seres autores de este peculiar mensaje y la humanidad.
•Nuestro sistema planetario, codificado en la señal de Arecibo con un sol central, cuatro planetas pequeños interiores y 4 gaseosos exteriores, mas el pequeño Plutón ubicado en las afueras del sistema (y en el cual la Tierra aparece ligeramente levantada con respecto al plano de la eclíptica para indicar que en él habitan los seres autores del mensaje), en la "respuesta" de Chilbolton figura un sistema planetario conformado, además del imprescindible sol central, por 4 planetas pequeños interiores (más una extraña conformación de 4 objetos en forma de cruz), dos gigantes exteriores y dos pequeños ubicados en las fronteras de este extraño conjunto planetario.
•Siguiendo el parámetro del mensaje terrestre, en la imagen de Chilbolton dos de los planetas – el tercero y el cuarto – aparecen fuera del plano de la eclíptica, indicando que en estos dos mundos habitan los seres autores de la respuesta de Chilbolton.
•Finalmente, en la parte de abajo del gráfico (y al igual que en el mensaje enviado por los científicos de la Tierra) se aprecia la figura de la antena utilizada para la transmisión del mensaje (el observatorio Arecibo). En la imagen de Chilbolton esta antena tiene forma de una curiosa flor con varios pétalos de 9 metros de diámetro.
Como nota aclaratoria, cabe decir que el mensaje de Arecibo es un mensaje de radio enviado desde el radiotelescopio de Arecibo en 1974. El mensaje tenía una longitud de 1679 bits y fue enviado en la dirección del cúmulo de estrellas de M13 situado a 25.000 años-luz. Contiene información sobre la situación del Sistema Solar, de nuestro planeta y del humano. El mensaje fue diseñado por Frank Drake, Carl Sagan y otros. Debido a que al mensaje le tomará 25 milenios para llegar a su destino, fue más una demostración de los logros tecnológicos humanos que un intento real de establecer conversación con extraterrestres.
Esferas flotando sobre el aire
En julio de 1990 el fotógrafo Steve Alexander decidió investigar sobre el terreno con su videocámara los círculos y logro captar una pequeña esfera luminosa sobre los campos. En las imágenes posteriores se percibía claramente una esfera flotando sobre el aire. Se podría dar una explicación lógica sobre lo que aparecía en el video, como algún tipo de efecto de luz. Pero no fue el fotógrafo el único testigo. En el mismo lugar, separado unos cientos de metros, se encontraba un agricultor manejando su tractor y aseguró haber visto la misma esfera rodando por encima de él para después desaparecer.
Al final…
Los círculos han aparecido fundamentalmente en Inglaterra, aunque en los últimos años también lo han hecho en otros países de Europa, y en Australia, Canadá o Estados Unidos. Aun así, los británicos siguen siendo los más complejos y enigmáticos.
Sirva señalar un dato que en absoluto debería quedar como anecdótico: el 95 por ciento de los crop circle aparecen en las inmediaciones de complejos megalíticos como el de Stonehenge. Además, en el 80 por ciento de los casos, han surgido sobre lugares bajo los cuales existen acuíferos de caliza con estratos de arcilla, es decir, pozos de agua. Esto quiere decir que la inteligencia que crea los círculos, tenga el origen que tenga, elige a conciencia los enclaves sobre los que aparecen las formaciones.
Los investigadores también han descubierto que pasadas menos de veinticuatro horas desde la aparición de las formaciones, justo donde éstas se encuentran, los equipos electrónicos sufren bloqueos e interferencias que desaparecen a medida que pasa el tiempo. Da la impresión que tras la aparición de los pictogramas queda una especie de energía remanente. El problema es que seguimos sin saber quién o qué las genera y si detrás de las formaciones hay una inteligencia diferente a la nuestra, si se trata de otras formas de vida o si es un mensaje de la Tierra encarnada en Gaia, el nombre que le dan quienes la consideran un ser vivo que utiliza estos guiños simbólicos para tratar de transmitirnos un mensaje.
En todo caso el mecanismo de formación de este fenómeno, nos guste o no, rebasa nuestros límites de comprensión, es como poco desconcertante. Y lo triste es que en la opinión pública ha quedado todo como que es una simple broma.