¿HAY ALGUIEN AHÍ FUERA? El problema de los OVNI


El problema bien estudiado es bastante complejo. Las hipótesis desarrolladas sobre el tema han ido evolucionando con el paso de los años. Con la diferencia, con respecto al pasado, que hoy día las pasiones predominan y los contendientes, creyentes y no, no parecen dispuestos a un debate abierto y racional. En vez de analizar la cuestión, todas las hipótesis se determinan por las ideas que se creen correctas y en lugar de presentar argumentos a favor de los mismas, los autores se concentran en atacar ásperamente las explicaciones de los demás. Por eso, tanta dificultad para encontrar una respuesta válida.

LAS HIPÓTESIS SOBRE LOS OVNI

Desde un punto de vista general las hipótesis sobre el fenómeno OVNI pueden ser divididas en tres grupos:

A) Positivas: Los OVNI son reales

Es decir, existe un fenómeno distinto al margen de la ciencia convencional que debe ser explicado. Desde esta perspectiva, en ocasiones, la explicación del fenómeno aparece mezclada con especulaciones sobre su origen.

B) Negativas: Los OVNI no existen

Teniendo en cuenta lo absurdo de esta postura, si algo no existe, ¿por qué tratar de explicarlo?, varias alternativas son posibles:
1 - Todo es ilusión, un fenómeno de origen psicológico, alucinaciones de mentes dislocadas, tal vez influenciadas por el medio y el ambiente.
2 - El fenómeno no sería un OVNI sino simplemente una interpretación errónea, atribuida por el testigo a un fenómeno natural que le es desconocido. Es decir, el testigo es “engañado” por las circunstancias.

C) Parciales

Estas hipótesis son las menos válidas de todas porque sólo intentan explicar un aspecto particular del fenómeno, ignorando otras manifestaciones del mismo.

Una vez dicho esto, trataremos, en primer lugar, de desarrollar la hipótesis más controvertida y la que, tal vez, más nos interesa por lo trascendental de la misma, la HET (Hipótesis ExtraTerrestre). Esta hipótesis ha cautivado la imaginación de la gente, si bien es la más insolente dentro de la Ciencia.
Esencialmente de la HET puede enunciarse: los OVNIs son naves espaciales provenientes del espacio exterior (de fuera del sistema solar, se entiende) que visitan la Tierra por razones que no conocemos.
En principio, considerando que los informes de OVNIs describen ingenios capaces de maniobras que exceden las posibilidades de nuestra tecnología, toda la información existente sobre estos artefactos, a pesar de todo, se enfrenta con serias dificultades.

aa) Las distancias

Nuestras sondas espaciales han verificado que –aparentemente– no existe vida en nuestro Sistema Solar. Entonces, si los OVNIs son producto de una civilización avanzada, su origen debe situarse en el espacio exterior. Pero las distancias a otras estrellas se miden por años luz (la distancia que recorre la luz en un año, a trescientos mil kilómetros por segundo) lo que complicaría la logística de un viaje interplanetario. Desde un punto de vista científico, no obstante, sería posible soslayar tales dificultades con la tecnología necesaria. Por ejemplo, los tripulantes podrían hacer el viaje en animación suspendida. O más simple, la duración del viaje sería reducida a mínimos si se realiza a través de una dimensión superior, como ocurre con la hipótesis del universo multidimensional, que hoy día empieza a ser aceptada por el prisma científico. Sin embargo, es inevitable pensar que estos argumentos, si bien posibles dentro del marco de la Ciencia, bajo nuestros conocimientos actuales no son más que meras hipótesis.

ab) El propósito

¿Qué razones impulsarían a una civilización enormemente avanzada, como la que he esbozado, a emprender un viaje de tal magnitud que justificara tal esfuerzo?

ac) La morfología

Como ha puntualizado el Dr. Jacques Vallée, asesor de la NASA, la morfología de las entidades que figuran en los incidentes OVNI son sospechosamente antropomórficas en la mayoría de los casos: dos brazos, dos piernas, cabeza con ojos, una facilidad aparente para respirar nuestra atmósfera y moverse con soltura en el campo gravitatorio de la Tierra.
Que el desarrollo de otro planeta similar al nuestro haya ocurrido en otro lugar del Universo no es imposible, aunque es necesario recalcar las limitaciones impuestas por el entorno físico en la evolución biológica, además de que ya sería difícil que en la inmensidad del Universo una raza similar a nosotros nos haya encontrado accidentalmente.


Acorde con esto, podremos considerar entonces argumentos como, por ejemplo, el que asegura que los OVNIs no son mas que prototipos aeronaúticos secretos de la grandes potencias militares, como mantienen algunos investigadores. O el que afirma que estos visitantes no serían de fuera de nuestro planeta sino de aquí mismo. Serían Intraterrestres, es decir viajeros provenientes de algunas zonas del interior de la Tierra. Evidentemente, esta última teoría se cae por su propio peso.
Sin embargo, sería interesante señalar que el astrónomo y escritor Frank Drake (Universidad de Cornell) propuso una fórmula, hoy conocida con su nombre, sobre la pluralidad de los mundos habitados, que determina en forma matemática la alta probabilidad de la existencia de otras civilizaciones similares a la nuestra.
En consonancia con esta interesante probabilidad, y si partimos del hecho innegable de la absoluta realidad del fenómeno, nos sería de gran valor contemplar algunas perspectivas interesantes que presenta.
Sin necesidad de entrar en detalles concretos de los informes podemos extraer una serie de conclusiones muy asentadas, y que son las siguientes: ********************************************************************************
Dejan huella ********************************************************************************
Prueba de una realidad física como objetos tridimensionales. Dejan huellas de presión o de tracción. A veces dejan orificios provocados por algo que sugiere un tren de aterrizaje.

Interfieren en el entorno

Al margen de la huellas referidas en el apartado anterior, existen otras, como son las quemaduras en los testigos o el terreno sobre el que han aparecido.

Modifican el ecosistema

Modificaciones severas en la microfauna, como ha ocurrido con ciertos episodios relacionados con estos objetos.

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Se desmaterializan, aparecen y desaparecen

Son bastantes los testigos cualificados que han asegurado que estos artefactos se han desvanecido de repente, en un abrir y cerrar de ojos: “estaba ahí delante, y de repente, desapareció”. Es como si de pronto se hubiera esfumado hacia otro plano. Como ya he dicho anteriormente se sospecha la posible existencia de otras dimensiones superiores. Hay teóricos de la física cuántica que explican y justifican diversos mecanismos que regirían el Universo que solidificarían la idea de la coexistencia de esos otros planos. Esto supondría, hablando en un lenguaje tecnológico, que la inteligencia que los pilotara sería capaz de manejar esas “puertas dimensionales” y las usarían para entrar y salir de nuestro entorno a su antojo. Un dato importante al respecto, no hace muchas fechas la revista «Nature» presentó un experimento en el que habían participado expertos de varias universidades y en el que consiguieron con éxito teleportar un rayo láser, es decir hacerlo desaparecer en un punto y hacerlo reaparecer en otro distinto. Los científicos advirtieron que sólo se trataba de un ensayo, pero que podía ser la antesala de un logro similar con materia física.

Pueden ser invisibles a nuestros ojos

Este apartado lo podríamos muy bien relacionar con el anterior. Son muchas las personas que al efectuar en alguna ocasión fotografías y revelar posteriormente el carrete se han llevado la sorpresa de que en algún negativo aparece un objeto que no habían podido captar a simple vista. Un dato importante es que el ojo humano sólo percibe un espectro de lo visible que abarca el 80% de la gama lumínica, un carrete común abarca un 90%. Pero es más, un carrete de alta sensibilidad o uno de infrarrojos captarían hasta un 95%. Y por tanto, sería capaz de inmortalizar objetos que se movieran en un plano diferente de vibración al que es capaz de percibir el ojo humano.

Cambian de forma

Es una explicación difícil de admitir, si partimos de la base de que son objetos sólidos, pero sea como fuere esas transformaciones son reales y los medios que como llegan a conseguirlas se escapa –por el momento– a nuestra comprensión. A veces da la impresión de que la «inteligencia» que está detrás de estos artilugios juega con nosotros a ser ilusionista, a hacernos ver cosas que son imposibles.

Desafían las leyes fundamentales

Las maniobras que efectúan en muchas ocasiones. Por ejemplo las aceleraciones espontáneas que protagonizan, pasando de estar parados o ir muy lentos a aceleraciones fantásticas de hasta 40 G, cambios bruscos de dirección, giros en ángulo recto o picados asombrosos. Estos artefactos desafían una serie de principios básicos que para nosotros, por ahora, no serían otra cosa que ciencia-ficción.

Entonces, visto todo esto, ¿qué determinación tomar cuando se nos presente un informe acerca de la percepción en el cielo o sobre el suelo de un objeto cuya apariencia, trayectoria, comportamiento dinámico y aspectos luminosos no sólo no sugieran una explicación convencional y lógica a los testigos sino que individuos técnicamente capacitados, al examinar toda la información disponible, tampoco sean capaces de identificarlo?
Y, además, el resultado neto de todo esto puede ser una confusión más que considerable si aquellos que se suponen están bien informados a veces delatan su ignorancia en lo que escriben o en lo que manifiestan revelando sus preferencias personales. Las hipótesis con las que no están de acuerdo, simplemente no existen.