LA SÁBANA SANTA (2ª. Parte)

Los que rechazan la autenticidad del Sudario se basan en seis argumentos:

1 - Jesús no ha existido

Es un problema histórico todavía vigente para muchos. En tal caso, uno puede dudar si, una vez más, los partidarios puros y duros de la seudoracionalidad no juegan a aquello de «ausencia de prueba es prueba de ausencia».
La verdad es que ningún historiador de principios de nuestra Era menciona la existencia de un personaje histórico llamado Jesús.
En los tiempos turbados de la Palestina ocupada, los falsos mesías, los liberadores del yugo romano, los "resistentes" para unos y "terroristas" para otros, eran numerosos. Jesús, cuya vida pública no habrá durado más de 3 años, sin duda alguna ha pasado inadvertido, menos para los que recibieron su mensaje.
.

Sin embargo los 4 evangelios canónicos reconocidos oficialmente por el papado y la treintena de evangelios apócrifos no reconocidos existen realmente como documentos históricos, e incluso si contienen ciertas contradicciones, su relato es globalmente muy similar.
No obstante, los Rollos del Mar Muerto, de los cuales sólo una pequeña parte de su desciframiento conocemos, hablan del Maestro de Justicia de los Esenios, que podría muy bien ser Jesús el Nazareno o el Esenio.

2- Un texto de Pierre de Arcis de 1389, dirigido al papa Clemente VII, en el que declara que el Sudario es una falsificación

Como ya se menciona en la historia del Sudario, en 1389, Jeanne de Vergy, su heredera, se casó en segundas nupcias con Aymon de Genève, tío del papa Clemente VII, recibiendo de este la autorización para reanudar las ostentaciones prohibidas por el obispo de Troyes, Henri de Poitiers, quien cree que el sudario es una falsificación porque los evangelios no lo mencionan.
Esto provoca la ira del nuevo obispo de Troyes, Pierre de Arcis que no ha sido puesto al corriente. Manda cesar las ostentaciones, pero el clero local se niega en obtemperar e incluso se dirige al papa que impone al obispo el "silencio perpetuo" so pena de excomunión.Pierre de Arcis se dirige entonces hacia el rey Carlos VI, el cual ordena el secuestro del Sudario, pero el clero se empeña en desobedecer y continúa con las ostentaciones.
En última estancia, el obispo dirige al papa su famoso "Memorandum de Pierre de Arcis" en el cual declara que "esta ropa hábilmente pintada en la cual, con una prestidigitación mañosa, la doble imagen de un hombre era representada para atraer a la muchedumbre con el fin de sacarle dinero con astucia".
Afirma que su predecesor ha investigado y que terminó por descubrir el fraude y cómo la ropa ha sido pintada con astucia, la verdad fue atestada por el mismo artista.
Esto constituye la única aserción de la falsedad del Sudario. No existe ningún rastro de la investigación de su predecesor, ni del supuesto artista falsario que habrá hecho la pintura y todavía menos del método utilizado.
Por otra parte, este manuscrito es único, no fechado y sin firmar.
En cambio, existían fuertes rivalidades entre el clero iconoclasta y los laicos que explotaban pecuniariamente la fe de los creyentes.

3 - Una ligera diferencia de proporción cabeza-cuerpo

Este defecto aparente desaparece si se admite esta posición, que encaja perfectamente con las dimensiones del Sudario y que muestra con evidencia que la parte dorsal es más larga que la parte frontal.
Algunos pretenden también que la nariz ¡sería demasiado larga¡
Es un argumento es de valor reducido si se tiene en cuenta que es un hombre de tipo semita cuya nariz, además, ha sido rota.

4 – Teoría de los gases

Una teoría científica que no descarta la relación del Sudario con Jesucristo, pero que achaca el fenómeno a los gases que se escapan de un cadáver en las primeras fases de descomposición.

5 - Presencia ínfima de pigmentos medievales

El Dr. Walter McCrone, criminólogo y microanalista, estudió las 32 muestras sacadas en 1978 con cintas adhesivas. Ha puesto en evidencia la presencia ínfima de pigmentos de óxido de hierro almagre y de sulfuro de mercurio bermellón, así como de proteínas que provendrían de un pegamento medieval. Para él, el asunto del Sudario está cerrado. Se trata de una pintura medieval. Sus conclusiones han sido contradichas en 1980 por otros científicos, como por ejemplo John Heller y Alan Adler, que demostraron que los elementos encontrados por McCrone existían en cantidad infinitesimal y en diversos sitios sin relación con la imagen o las manchas de sangre. En cuanto a las proteinas, no fueron encontradas más que en los emplazamientos de las manchas de sangre. Lo que permite a los partidarios de la autenticidad del Sudario afirmar que no es una pintura.
A pesar de esto, se omite sistemáticamente señalar la contradicción de los trabajos de McCronen, que presentan el Sudario como una falsificación y no explican ninguna de las características de la imagen del Sudario. Desde luego el misterio molesta y la ciencia se debe de aparecer todopoderosa e infalible.
La presencia infinitesimal de pigmentos de colores se puede explicar fácilmente por el hecho de que numerosos artistas medievales han intentado reproducir el Sudario. Se ponían las copias en contacto con el modelo para santificarlas. Entonces es normal encontrar pigmentos.

6 - El fechado con carbono 14

De nuevo tenemos que acudir a la historia del sudario para comprobar como desde el año 1960 unos científicos planearon su fechado con carbono 14. La solicitud oficial no se hizo hasta el años 1979.
En 1988, después de años de duras negociaciones, el cardenal Ballestrero acepta un protocolo de fechado con carbono 14, muy diferente del protocolo previsto, con sólo 3 laboratorios en vez de los 7 inicialmente propuestos.
Antes de sacar las muestras, el 15 de enero, la credibilidad y el rigor de esta investigación son puestos en duda por los iniciadores del proyecto, los Profesores Gove y Harbottle, que serán despedidos.
El 21 de abril de 1988, el Sudario es sacado en secreto de su estuche, en presencia del Dr. Tite del British Museum, coordinador del proyecto, y de los representantes de los laboratorios de Zurich, Tucson y Oxford.
El profesor Riggi saca muestras, bajo control de video. Pero este control se interumpe cuando el cardenal Ballestrero y el Dr. Tite colocan las muestras en las probetas metálicas. Nuevamente bajo control de video se sellan las probetas y se entregan a cada uno de los representantes de los 3 laboratorios elegidos que practican la Espectrometría de Masas por Acelerador (técnica adoptada para la medida de las pequeñas muestras).
Las medidas son hechas con 3 muestras testigos para el procedimiento en doble ciego como lo requiere toda investigación científica verdadera, pero este método no será utilizado. En vez de esto, las muestras son identificadas y fechadas en los siglos II, XI y XIII.
En agosto y septiembre de 1988, indiscreciones permiten al «London Evening Estándar» y al «Sunday Times» anunciar oficialment que el Sudario es una falsificación del año 1350.
El 13 de octubre de 1988, el cardenal Ballestrero da su conferencia de prensa oficial en la cual anuncia los resultados de los tests que sitúan la antigüedad del Sudario entre los años 1260 y 1390, con una fiabilidad de un 95%.
Este periodo corresponde efectivamente a la aparición del Sudario en Francia.


Luego, el British Museum organiza su conferencia de prensa con M. Tite, coordinador del proyecto, E. Hall, director del laboratorio de Oxford y R. Hedge.
El Dr. Tite declara : "Creo que el radiocarbono es la sóla certidumbre" y el Dr. Hall añade: "Quienquiera que se califique de científico ne puede considerar que el sudario no es una falsificación. El que piensa lo contrario incluso podrá estar de acuerdo con el que dice que la Tierra es llana."
Curiosa declaración del Dr. Tite que cree más en la medida con radiocarbono que en la existencia del objeto "medido" y que no cita la manera con que este objeto único habría podido ser fabricado en la Edad Media.
El 16 de febrero de 1989, los resultados oficiales de fechado con carbono 14 del Sudario son publicados en la revista «Nature».
El 25 de marzo 1989 se sabe que el laboratorio de Oxford recibió un premio de un millón de Libras por haber "probado" que el Sudario de Turín" era una falsificación medieval , además, el Dr. Tite se ve nombrado director de la nueva cátedra científica de arqueología.
Los partidarios de una falsificación medieval habían conseguido un argumento importante que sembró la confusión entre los convencidos de la autenticidad del Sudario.
Pero, aún si se admite este fechado, las otras interrogaciones que plantea el Sudario, como la aparición de la imagen y su no reproductibilidad, quedan sin contestación.
Desde entonces, varios científicos han puesto en duda este fechado.

Por el contrario, los que apoyan la autenticidad del Sudario se basan en diez argumentos:

1 - El tejido

Es una sarga de lino con espiguillas en forma de espina de pez que corresponde a un tejido antiguo de excelente calidad, fabricado con un telar de 4 pedales utilizado en Medio Oriente en la antigüedad.
Estos telares se utilizaban también para la lana y el algodón. Ahora bien, se han encontrado igualmente huellas de algodón cuyas fibras son características de una especie de algodonero de Oriente Medio.
Por otra parte, no se han encontrado huellas de lanas. Recordemos que en la Palestina antigua una ley judaica prohibía mezclar las fibras animales con las vegetales.
El lino fue blanqueado después de su tejido, técnica abandonada a partir del siglo VIII y sustituida por un blanqueamiento antes del tejido.
Las medidas del Sudario corresponden a 2 codos judíos por 8 (de un valor de unos 54,6 centímetros), vigentes en la Palestina de principios de nuestra Era.
Esta tela habrá sido tejida en la región de Sidón, a unos cien kilómetros al norte de Jerusalén.

2 - Los polvos de aragonito

En el emplazamiento de la nariz, las rodillas y los pies, se han encontrado polvos de aragonito, carbono de calcio procedente del travertino, piedra utilizada particularmente en Jerusalén.

3 - Los pólenes

De las 58 especies de pólenes encontrados en el Sudario, 44 provienen de la cuenca mediterránea incluso de Palestina, y 28 de ellas han sido identificadas como sacadas de especies que florecen en primavera entre Jerusalén y Jericó.
La presencia de estos pólenes, descubierta por el Dr. Max Frei (fallecido antes de poder publicar su obra completa) será confirmada en julio de 1988 por el Dr. Alan Adler, el Dr. Walter McCrone, feroz opositor de la autenticidad del Sudario, y más recientemente por el Dr. Avinoam Danin, palinólogo de la universidad de Jerusalén.

4 - No se trata de una pintura

Las diversas experimentaciones efectuadas por los científicos del STURP desde 1978, han demostrado después de un debate contradictorio con McCrone, que la imagen del Sudario no es una pintura. De hecho son dos imágenes superpuestas.
La primera se compone de manchas de sangre y diversos líquidos del cuerpo, agua y suero, derramados en el Sudario que los absorvió. Es una imagen positiva de color pardo claro.Cuesta trabajo imaginar a un falsario pintando con sangre y reproduciendo perfectamente rastros de derrame y coagulación.


La segunda, imagen de la silueta doble, que no aparece por debajo de las manchas de sangre, entonces sería posterior a la primera, es monocroma de color amarillo sepia.
Es una oxidación ácida y deshidratante de la celulosa del lino, superficial, que no toca más que las fibras superiores del tejido en una profundidad variable desde 20 hasta 40 micrones.
Parece la imagen en negativo de una fotográfía, sin ninguna dirección privilegiada, ninguna pincelada, tramada, tridimensional e indeleble.
Todo esto no corresponde a ninguna técnica conocida en la Edad Media, y tampoco en nuestra época.
El mecanismo de formación de esta imagen continúa siendo un enigma.
Se sigue buscando desesperadamente a un artista capaz de pintar con una deshidratación de la celulosa monocroma y superficial ¡en 3-D!

5 - Las manchas de sangre

las manchas pardas que aparecen en el Sudario en los emplazamientos de las llagas de Jesús.Los resultados fueron confirmados por observaciones con microscopio, fluorescencia X, análisis espectroscópicas y químicas y diferentes tratamientos ópticos.
Así se han encontrado diversos componentes sanguíneos, porfirina, constituyente de la hemoglobina, metehemoglobina, albumina y bilirrubina, sustancia que se encuentra en la sangre de los que padecieron sufrimientos extremos y suero.
Por consiguiente las huellas pardas no se deben a pigmentos coloreados, tampoco a sangre de buey, sino que son efectivamente manchas de sangre humana, presencia de cromosomos X e Y, del grupo AB.
A partir de las leyes conocidas de coagulación sanguínea, el contacto del cuerpo con el Sudario se habrá producido desde 2 hasta 3 horas después de la muerte y habrá durado entre 36 y 40 horas.
Y entonces nos vemos enfrentados a un misterio todavía más espeso:
¿Cómo el cuerpo se separó del Sudario? cuando no se ve ningún rastro de desgarramiento de fibrillas de lino y fibrinas de sangre.
Este problema, llamado Impresión-Retirada-Sin-Contacto plantea, para unos el misterio de la resurrección, para otros es sólo un argumento suplementario para negar la autenticidad del Sudario, puesto que, como cada cual puede imaginárselo ¡al fin y al cabo eso sería imposible!

6 - Las inscripciones de letras antiguas invisibles a simple vista

A partir de los años 70, varios investigadores pensaban haber divisado inscripciones alrededor del rostro del Sudario.
En 1994 el Instituto de Óptica de Orsay confirmó que las letras estaban inscritas en la cara exterior del Sudario.
Los paleógrafos que estudiaron estos caracteres griegos y latinos confirman que son anteriores, por lo menos, al siglo V.
Estos símbolos debían de ser invisibles en la Edad Media puesto que ninguna descripción del Sudario los mentó nunca.


Esto constituye un elemento suplementario para poner en duda el fechado con carbono 14.
A partir de los símbolos descifrados y de las abreviaturas, se puede leer :
«Estás condenado a muerte», «Hacer o realizar un sacrificio», «Jesús», «El Nazareno», «Adam», Jesus llevaba también el apodo de «nuevo Adam», «Sombra de rostro o rostro apenas visible» y… ¿2 letras latinas «SB»?
Desde luego, si esto es obra de un farsante, nuestro falsario es un poco burlón, no sólo conocía perfectamente la escritura antigua, sino también se molestó en escribir en el Sudario letras invisibles en la Edad Media, para que nuestros científicos del siglo XX pudieran leerlas.

7 - Los detalles arqueológicos

El hombre del Sudario, identificado como de tipo semita o yemenita arcaico, lleva una toca que corresponde a la de los judíos antiguos que hacían el voto del "nazareato".
Está enterrado desnudo en una mortaja como se practicaba antes del siglo VII.
Las manos en el pubis tal como se practicaba por ejemplo en un cementerio de Qumram a principios de nuestra Era.
Sin lavar, según la ley judía que estipulaba 4 casos para tal práctica:
- Muerte violenta con derrame de sangre.
- Condenado a muerte por crimen religioso.
- Excluido de la comunidad judía.
- Muerte o asesinato por un no judío.
Estos 4 casos corresponden bien a los criterios de los evangelios, que menionan también el entierro precipitado por causa del Sabbat.
Varios investigadores piensan haber descubierto una hinchazón a la altura de los ojos que se explicaría por la costumbre judía, de cerrar los ojos de los difuntos con una moneda. Estas ligeras marcas serían debidas a leptas, acuñadas bajo el gobierno de Poncio Pilato.

8 - Los principales detalles anatómicos

Unos cirujanos han examinado detalladamente el Sudario y han puesto en evidencia muchos elementos particularmente precisos sobre las heridas sufridas por el hombre del Sudario, de una edad de 30 a 35 años, de una altura entre 1,78 y 1,81 m. y peso entre 77 y 80 kg.
Desde la frente hasta la nuca, numerosas huellas corresponden a las heridas producidas por un verdadero gorro de espinas encasquetado.
El párpado derecho está desgarrado, las mejillas y las cejas tumefactas, la nariz rota, los hombros magullados por el peso de la cruz, las rodillas y los pies arañados.
El hombre lleva rastros de 120 latigazos de un flagrum romano (látigo cuyas extremidades son lastradas con plomo o hueso) según dos direcciones, lo que implica la presencia de 2 verdugos que aplicaron un suplicio romano, puesto que la ley judía limitaba la flagelación a 40 golpes.
El hombre ha sido crucificado con 3 clavos, 1 sujetaba los dos pies superpuestos y los 2 otros las muñecas, en la zona de Destot, que asegura una presa sólida sin hemorragia, y no en la palma de la mano como puede observarse en la mayoría de las representaciones de la crucifixión.
Los clavos hundidos en la zona de Destot afectan el nervio mediano lo que produce la retractación de los pulgares hacia el interior de la palma de la mano y explica perfectamente porque en el Sudario sólo los 4 dedos de las manos son visibles.
La crucifixión producía la muerte por asfixia.
El hombre, colgado por las muñecas empieza a ahogarse por la inmovilización de las costillas que dificulta la respiración.
El ajusticiado se endereza de vez en cuando, tomando apoyo en sus pies clavados hasta que el dolor vuelve a ser demasiado fuerte.
Entonces, el cuerpo adopta dos posiciones, una baja, otra alta y en el Sudario los dos derrames de sangre correspondientes han sido identificados según unos ángulos de 65° y 55°.
Cuando el ajusticiado vivía demasiado tiempo, la costumbre consistía en romperle las piernas para acelerar la asfixia.
Para el personaje del Sudario, esta medida no fue necesaria.
La muerte del condenado fue verificada por el centurión romano que le hundió su pilum en el lado derecho según la costumbre de la esgrima romana.
La llaga en el Sudario tiene la dimensión de una lanza romana.
La herida ha quedado abierta, prueba que no es una herida postmortem.
El derrame de sangre y del agua de la pleura se hizo verticalmente y ha seguido cuando el cuerpo estaba en la horizontal.

9 - Dudas en cuanto al fechado con carbono 14

A pesar de todo, el método de fechado con carbono 14, por muy riguroso que sea, no es infalible.
Ha sufrido significativos fallos, como por ejemplo:
Una diferencia de 1.000 años entre una momia egipcia antigua de – 4.000 años y sus propias bandas.
Una diferencia de 5.300 años para el emplazamiento de Jarno, fechado entre 4.700 y 10.000 años antes de J.C.
Una diferencia de 800 años para el hombre de Lindow, entre 300 antes de J.C. y 500 después de J.C.
Una diferencia de más de 500 años en el futuro para un corno vikingo de 1.500, fechado en 2.006.
Una diferencia de 24.000 años hacia el pasado para un caracol vivo.
Como anécdota podemos citar a un especialista de fama mundial, el Dr. Michael Winter:«Si un fechado con carbono 14 confirma nuestras teorías, lo ponemos en evidencia en el texto principal; si las contradice, pero no del todo, lo ponemos en nota; y si las contradice del todo, ¡lo callamos¡»
En el año 1986, los representantes de los 7 laboratorios solicitados mandan su protocolo de investigación al Papa y al custodio del Sudario.
En 1988, después de años de duras negociaciones, el cardenal Ballestrero acepta un protocolo de fechado con carbono 14, muy diferente del protocopo inicialmente previsto, con sólo 3 laboratorios en vez de los 7 inicialmente propuestos. Interrogadas a propósito de tal elección, las autoridades competentes contestan que se trata de una cuestión de orden privado.
Antes de sacar las muestras, la credibilidad y el rigor de esta investigación serán puestos en duda por los iniciadores del proyecto, los Profesores Gove y Harbottle, que se verán apartados, así como por los 7 laboratorios, que avisan las autoridades eclesiásticas sobre la importancia de la modificación del protocolo y la reducción a 3 laboratorios sólo, con el riesgo de ¡conducir al fracaso del proyecto!... Las conclusiones resultarán por lo menos dudosas. Acaso sería mejor no hacer nada en vez de proceder a una ¡experimentación reducida¡
El experto en textil encomendado se verá también despedido.
El 21 de abril de 1988, el Sudario es sacado en secreto de su estuche, en presencia del Dr. Michael Tite del British Museum, coordinador del proyecto, y de los representantes de los laboratorios de Zurich, Tucson (Arizona) y Oxford, que practican la Espectrometría de Masas por Acelerador (técnica adaptada para la medida de pequeñas muestras).
En una sorprendente improvisación, después de horas de palabreo, el profesor Riggi, del vaticano, saca muestras bajo control de video, pero este control se interrumpe cuando el cardenal Ballestrero y el Dr. Tite colocan las muestras en las probetas metálicas, que se sellan de nuevo bajo control de video y se entregan a cada uno de los representantes de los 3 laboratorios escogidos.
Tite no consigue ninguna muestra de tejido idéntico al del Sudario, y las medidas se hacen con 3 muestras testigos de una momia contemporánea de Cleopatra, de una tumba nubiense y de una capa de San Luis de Anjou.
Estos 3 testigos debían acompañar el procedimiento en doble ciego como lo requiere una buena investigación científica, pero ¡este método inexplicablemente no será utilizado!
En vez de esto, las muestras serán identificadas y fechadas del siglo II, XI y XIII.
En agosto y septiembre de 1988, unas indiscreciones permiten al «London Evening Standard» y al «Sunday Times» anunciar oficialmente que el Sudario es una falsificación del año 1350.
El 13 de octubre 1988, el cardenal Ballestrero da su conferencia de prensa oficial en la cual anuncia el resultado de los tests que sitúan la antigüedad del Sudario entre 1260 y 1390, con un 95% de fiabilidad.
Efectivamente este periodo corresponde a la aparición del Sudario en Francia.
El día siguiente, el British Museum organiza su conferencia de prensa con M. Tite, coordinador del proyecto, E. Hall, director del laboratorio de Oxford y R. Hedge.
El Dr. Tite declara: “Creo que el radiocarbono es la única certidumbre. Pienso que de ahora en adelante no nos ocuparemos más del Sudario. No nos queda nada que decir sobre el asunto.”
El Dr. Hall añade: “Quienquiera que se califique de científico no puede imaginar que el sudario no es una falsificación. El que piensa lo contrario podrá estar de acuerdo con el que dice que la Tierra es llana.”
Curiosa declaración del Dr. Tite que cree más en una medida con radiocarbono que la existencia del objeto “examinado” y que no explica de qué manera este objeto único habrá podido ser fabricado en la Edad Media.
El 16 de febrero de 1989, los resultados oficiales de fechado con carbono 14 del Sudario son publicados en la revista «Nature».
El informe no da las medidas de base del C14 ni los detalles de las operaciones sino unas fechas, como si quisiera evitar todo control y contradicción. Lo que no impidió a un ingeniero italiano de Milán, Ernesto Brunati, hallar en la relación de los resultados del C14, un dato falso o “falsificado” para “hacer aceptable” la medida obtenida por el test.
Al contrario del protocolo previsto, las reglas del doble ciego no habían sido respetadas.
Finalmente las 3 muestras sólo han servido para destruir la validez del fechado.
Efectivamente, se demuestra que el nivel de significación de la medida del Sudario es de un 5% sólo, mientras que para los testigos es del ¡30 %, 50 % y 90 %!
En conclusión la medida no debería haber sido considerada como válida.
El 25 de marzo de 1989, se sabía que el laboratorio de Oxford había recibido un premio de un millón de Libras por haber “probado” que el Sudario de Turín era una falsificación medieval. Además, el Dr. Tite se veía encumbrado a la dirección de la nueva cátedra científica de arqueología. Tal vez, ¿una recompensa por sus buenos y leales servicios?.
A pesar de numerosas irregularidades, los partidarios de la autenticidad, en vez de emprender una polémica estéril que consistiría en negar las medidas, han tratado de comprender lo que las ha falseado.
La muestra sacada de 1 cm. por 7 dividida en 3, fue efectuada en el lado “cara”, a la izquierda, en una región muy manipulada durante las ostentaciones y cerca de una zona quemada en el incendio de 1532.
El biólogo ruso Dimitri Kousnetzov colocó una muestra del tejido de la época de Cristo en un recinto tapado para simular el incendio de 1532. Las medidas efectuadas después muestran un rejuvenecimiento de unos 400 a 500 años.
La historiadora y arqueóloga italiana María Grazia Siliato notó la desemejanza que existía entre la densidad media del Sudario que es de 23 mg/cm2 y la de las muestras sometidas a un test que da, según los informes, una diferencia que varía desde 37 hasta 43 mg/cm2.
El Sudario fue restaurado en 1534, 1694 y 1868, precisamente en las zonas donde fueron sacadas las muestras, que habrán sido reforzadas con un hilo más reciente.
Unos investigadores americanos, entre los cuales se encuentra el microbiólogo Leoncio Garza-Valdés, han puesto en evidencia la presencia de un barniz biogénico, especie de envoltura plástica que circunda las fibras y es producida por bacterias o liquenes como el Lichenothelia en el caso del Sudario. La presencia de tales organismos rejuvenece el tejido.
El Dr. Jean-Baptiste Rinaudo, experto en medicina nuclear en la universidad de Montpellier, emitió la hipótesis que la imagen fue impresa después de una irradiación de protones y neutrones.
Unas experimentaciones convincentes en cuanto a la impresión de la imagen fueron conducidas en el Centro de Estudio Nuclear de Grenoble y el enriquecimiento en C14 fue confirmado en Saclay. Para él, esta emisión nuclear se habría producido durante el "Flash" de la resurrección en el momento de la desmaterialización.
En paralelo con estas dudas, es preciso señalar la contradicción entre el fechado, las inscripciones antiguas mentadas antes y varios manuscritos que describen el Sudario.
Por ejemplo, el Codex Vossianus Latinus del siglo X o también el Codex de Pray anterior al año 1195 que atestan la existencia del Sudario antes del fechado con C14.

10 - Las características de la imagen y su no reproductibilidad

El conjunto de las características del Sudario, negativo, tridimensionalidad, superficialidad, coloración monocroma, pixelización, deshidratación de la celulosa, no direccionalidad de la imagen, precisiones anatómicas etc., hacen de él un objeto único e irreproducible.


La imagen no resulta de un contacto con un cuerpo o un moldeado, no tiene sus deformaciones. Resulta de una “radiación fotográfica” ortogonal, sin imagen de los lados.
Aparece en el Sudario donde el cuerpo estaba a menos de 3,5 cm, el número de pixeles impresos en la tela siendo proporcional a la inversa de tal distancia, lo que da una imagen tridimensional. Los píxeles son unos palitos largos de 50 hasta 500 micrones.
Unos 40 sudarios falsos han sido copiados del Sudario de Lirey-Chambery-Turín con técnicas medievales y no hace falta ser un experto para darse cuenta de la diferencia entre el verdadero y las copias realizadas con pigmentos cuyas huellas se encuentran sobre el Sudario.
Desde hace ahora más de 100 años mucha gente ha intentado reproducir el Sudario, estando de acuerdo con el hecho de que no se trata de una pintura.
Todos los intentos han fracasado pero, lejos de ser inútiles, han confirmado la unicidad del Sudario y el enigma de la formación de su imagen.
A partir de documentos históricos de la época de la revolución francesa que relatan la destrucción de la copia del Sudario conocida con el nombre de Besançon y de su molde, los partidarios de la falsificación piensan entonces haber resuelto el misterio.
La imagen se habrá formado con simple reacción térmica con un bajorrelieve calentado.
Bastaría con cubrir un bajorrelieve con un colorante, aplicar un trapo húmedo y ¡golpetear!
Se calienta el bajorrelieve y se aplica el trapo restregándolo, una vez seco, con una mezcla de mirra y áloe.
Otras hipótesis que fueron emitidas:
La imagen se habrá formado por reacción del áloe con los vapores amoniacales debidas a la fermentación de urea.
La imagen se habrá formado después de una súbita liberación de calor emanado del cuerpo.
La imagen se habrá formado por la transpiración.
La imagen se habrá formado con la "Cámara Oscura": El procedimiento consiste en exponer un objeto delante del orificio de una cámara negra en la cual la ropa que hace de placa fotográfica está dispuesta perpendicularmente. La cámara Oscura permite efectivamente obtener una imagen negativa.
El tejido está impregnado con nitrato de plata o sulfato de plata. El orificio debe tener una lente biconvexa de un mínimo de 6 cm.
El Sudario y el cuerpo expuestos a la luz del sol deben estar a unos 4,5 metros de la lente.Las experimentaciones hechas muestran sin embargo una imagen direccional diferente de la del Sudario.

En definitiva, resulta difícil de zanjar y el problema sigue planteado. Los partidarios de las dos versiones mantienen su posición y harán falta muchas investigaciones para acercarse a la verdad, cualquiera que sea.