Algunos apuntes sobre Santiago de Zebedeo
Santiago de Zebedeo o Jacobo de Zebedeo, conocido en la tradición cristiana como Santiago el Mayor para distinguirlo del otro discípulo con el mismo nombre, fue uno de los Apóstoles de Jesús de Nazaret. Nació probablemente en Betsaida (Galilea). Hijo de Zebedeo y Salomé, probablemente también su madre seguía a Jesús. Tuvo un hermano llamado Juan, también Apóstol. Murió a manos de Herodes Agripa I en Jerusalén entre los años 41 y 44 de nuestra era. Es el patrón de España.
Datos bíblicos
Su maestro Jesús les puso el sobrenombre de «Boanerges», que, según el mismo evangelista afirma, quería decir «hijos del trueno»; el episodio narrado por Lucas en que Santiago y su hermano Juan desean invocar a Dios para que consuma a fuego una ciudad de samaritanos hace honor a este nombre. Fue uno de los primeros que recibieron la llamada de Jesús, cuando estaba pescando en el lago de Genesaret junto a su hermano. Más tarde será llamado a formar parte del más restringido grupo de los Doce. Junto con su hermano Juan y con Simón Pedro, tiene un trato privilegiado con Jesús: es testigo presencial de la resurrección de la hija de Jairo, de la transfiguración de Jesús y de la oración en el Huerto de los Olivos. También formó parte del grupo restringido de discípulos que fueron testigos del último signo realizado por Jesús ya resucitado: su aparición a orillas del lago de Tiberíades y la pesca milagrosa. Los Hechos de los Apóstoles registra su presencia en el Cenáculo en espera orante de la venida del Espíritu Santo.
Sus restos
Se dice que diversas pruebas, tantos históricas como científicas, han confirmado que los restos hallados en Santiago de Compostela corresponden al Apóstol Santiago, pero la falta de un análisis directo de dichos restos, permite suponer que pueden ser los restos del obispo Prisciliano, o de otra persona importante del período romano. No obstante, León XIII, en 1884, en forma de Bula Papal reafirmó la pertenencia de los restos al Apóstol.
La tradición que sitúa a Santiago el Mayor en Jerusalén, poco antes de su martirio, la recogen diversos apócrifos neotestamentarios (El libro de la Dormición de María, etc.), todos ellos anteriores al "descubrimiento" de la Tumba del Apóstol. Según estos relatos, cuando María ve cerca su muerte, recibe la visita de Jesús resucitado. Ella le pide estar rodeada por los Apóstoles en el día de su muerte, pero todos ellos están dispersos por el mundo. Jesús le concede su deseo y permite que sea la misma María, por medio de aparición milagrosa, quien avise a sus discípulos. Por ello se cuenta que la aparición de María a Santiago se habría producido sobre un pilar en Caesaraugusta (actual Zaragoza), columna que se sigue venerando en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, en la capital aragonesa, y entonces Santiago habría hecho todo el viaje de vuelta desde España hasta Jerusalén para encontrar a la Virgen (ya que ella seguía viva allí, en la capital de Judea) antes de su dormición, hallando la muerte Santiago ante Herodes Agripa en el martirio. La leyenda se cierra con que sus discípulos habrían llevado su cuerpo (conservado de alguna manera) por el mar Mediterráneo en una mítica embarcación de piedra y habrían costeado el Atlántico nuevamente hasta Galicia, donde lo habrían enterrado justamente en Iria Flavia, donde el obispo Teodomiro lo halló en el siglo IX.
Aunque, como digo, realmente existen pocas evidencias históricas que puedan demostrar que el Apóstol viajara realmente a la Península. A pesar de los esfuerzos de muchos eruditos por encontrar alguna pista, no es posible argüir en favor de la presencia de Santiago en España y de su traslado a ella, una sola referencia clara y acreditada.
Con todo, el relato quedó enraizado en la tradición ibérica y en el año 1630 el papa Urbano VIII decretó oficialmente que el Apóstol Santiago, el Mayor, fuera considerado solo y único Patrón de la Nación Española.
El Camino de Santiago
El descubrimiento de la supuesta tumba del Apóstol supuso para el rey de Asturias una serie de beneficios: la aglutinación de sus territorios como un solo reino, bajo la especial protección del Apóstol, y la cristianización de la antigua "Vía del Finisterre", ruta seguida tradicionalmente por muchos pueblos de religión céltica, hasta el pretendido fin del mundo. De hecho, las peregrinaciones galas hacia el noroeste de España se han probado arqueológicamente y se puede afirmar que los celtas, en el primer milenio antes de nuestra era, recorrían toda Europa para ir a estos sitios, donde celebraban sus matrimonios y otros ritos. Este camino precristiano se convierte así en el Camino de Santiago o Ruta jacobea, y Compostela en el tercer núcleo de peregrinación medieval, tras Roma y Jerusalén.
En el año 1122, el papa Calixto II instituyó y proclamó que en adelante tuvieran la consideración y privilegios de Año Santo Jacobeo todos los años en los que la fiesta litúrgica de Santiago, el 25 de julio, coincidiera con el día domingo. El próximo año jacobeo tendrá lugar en 2021.
Sus leyendas
Desde la Edad Media hasta la actualidad los encuentros entre peregrinos del Camino de Santiago han sido fructíferos. Desde entonces se ha tenido por costumbre contarse los unos a los otros historias, experiencias propias, oraciones y leyendas, estas últimas apoyadas casi siempre en milagros realizados por Santiago, la Virgen u otros santos.
Las leyendas relacionadas con el Camino de Santiago llegaron a ser muy populares y fueron divulgadas oralmente, casi siempre en las reuniones nocturnas de después de la cena, al amor de la lumbre en los días fríos o bajo las estrellas en el buen tiempo. Muchas de esas leyendas están recogidas en códices de los monasterios como el Codex Calixtinus de Aymeric Picaud y en otros documentos. Al ser recogidas de una tradición oral, en muchas de ellas se dan distintas versiones y más de una localidad reclama para sí el suceso del milagro.
Entre las más famosas y que se siguen contando entre los peregrinos de hoy día están las que expongo a continuación:
El milagro del gallo y la gallina
Sucedió en Santo Domingo de la Calzada, en La Rioja.
En el siglo XIV peregrina a Compostela Hugonell, un joven alemán de 18 años que va acompañado por sus padres. En el mesón donde se hospedan trabaja una muchacha joven que se enamora de él y le requiere de amores, a lo que el muchacho se niega. Despechada y con ansias de venganza, guarda en el zurrón del joven una copa de plata y luego le acusa de robo.
El joven Hugonell y sus padres se disponen a partir para seguir el peregrinaje, cuando llega la justicia y comprueban la acusación registrando el zurrón del muchacho. Le declaran culpable y es condenado a la horca. Los padres no pueden hacer nada por él más que rezar a Santiago. Al acercarse al cuerpo ahorcado de su hijo para despedirse oyen cómo éste les habla desde la horca y les dice que está vivo por la gracia del Santo.
Felices y contentos van a comunicar la noticia al corregidor que, justo en ese momento, está cenando opíparamente unas aves. El corregidor naturalmente se burla de lo que oye y lanza la frase conocida: «Vuestro hijo está tan vivo como este gallo y esta gallina que me disponía a comer antes de que me importunarais». Y en ese momento, las aves saltan del plato y se ponen a cantar y cacarear alegremente.
De esta leyenda nació el dicho popular: «En Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada». Se trata de una leyenda muy similar a la Leyenda del Gallo de Barcelos y probablemente ambas tengan un origen común.
Poyo de Roldán
Por el Camino de Santiago, ya en La Rioja, pasado Navarrete y Tricio, se halla el Poyo de Roldán. Queda a la derecha de la carretera y se trata de una colina (poyo) que tiene su leyenda:
«En el castillo de Nájera vivía Farragut o Ferragut, gigante sirio descendiente de Goliat y más fuerte que él. Combatió y venció a los mejores guerreros de Carlomagno, excepto a Roldán, que un día desde el poyo divisó al gigante sentado a la puerta de su castillo. Roldán cogió una piedra redonda que pesaba dos arrobas y la tiró en dirección al gigante, al que dio en la frente, cayendo derribado. Desde entonces el cerro se llama Podium o Poyo de Roldán».
El gigante Ferragús o Ferragut y Roldán son dos personajes que están siempre presentes en leyendas y capiteles a lo largo de este tramo del Camino, desde Roncesvalles a Puente la Reina.
En O Cebreiro, primer pueblo de Galicia en el Camino a Santiago, se produjo el Santo Milagro también denominado Milagro Eucarístico de O Cebreiro y Milagro del Santo Grial Gallego.
A principios del siglo XIV, un campesino de un pueblecito cercano, Barxamaior, subía todos lo días, a oír misa a O Cebreiro. Un día de gran nevada, celebraba la misa un monje y la Iglesia estaba vacía, de pronto entro un hombre en la iglesia y el cura murmuro:
“Pobre Hombre, venir con este tiempo de lejos, exponiéndose a morir por el camino, solo para arrodillarse ante un poco de pan y vino.”
En ese momento, el cura, vio como la Hostia se transformaba en Carne y el Vino se transformaba en Sangre. El cura se desmayo y el hombre que estaba en la iglesia corrió a atenderlo, pero el cura estaba muerto.
El milagro fue conocido por los reyes católicos, que en 1486 peregrinaron y conocieron el milagro y donaron el relicario que, junto con el cáliz, se expone, en caja fuerte, a la contemplación de los fieles que acuden a la Iglesia de Santa María.
Los peregrinos alemanes divulgaron el milagro, y Wagner lo incluyo en su obra Parsifal.
Fuente Reniega
La acción tiene lugar en el Alto del Perdón, a pocos kilómetros de Pamplona.
Un peregrino llega a la cumbre agotado por la sed. El diablo, disfrazado de caminante, se ofrece a indicarle una fuente oculta, a condición de que reniegue de Dios, de la Virgen o de Santiago. Pero el peregrino mantiene su fe a toda costa, aun cuando se encuentra exhausto.
Es entonces cuando se aparece Santiago vestido de peregrino, recoge al moribundo y le lleva a la escondida fuente, dándole de beber con su vieira.
El Misterio de Obanos
Sucede y se cuenta sobre todo en Obanos (Navarra).
Felicia de Aquitania, peregrina jacobea, al regresar de Compostela renuncia a su vida de nobleza y decide quedarse en Amocaín para dedicar su vida a los pobres. Su hermano, el duque Guillermo, al enterarse de tal decisión viene a buscarla. Furioso ante la negativa de su hermana de volver a su patria, la apuñala y Felicia muere.
El duque, lleno de remordimientos, confiesa en Roma su pecado. La penitencia que le imponen es peregrinar a Santiago. A su regreso de esta peregrinación, renuncia también a su vida anterior y se queda en Obanos como penitente junto a la ermita de la Virgen, en el monte Arnótegui. Más tarde será San Guillermo y la ermita se dedicará a su nombre.
Esta leyenda se escenifica en la plaza del pueblo en la segunda quincena de agosto. La imagen de la Virgen (del siglo XIII) de aquella ermita se conserva en la parroquia.
El pájaro y la Virgen
En el puente de los peregrinos, aquel que fue mandado edificar por la reina doña Mayor, esposa de Sancho III el Mayor, de Navarra, en un lugar de difícil acceso, había una imagen de la Virgen. En las fechas en que se celebraba algo importante para la propia ciudad o para el resto de Navarra llegaba un pajarillo que mojaba sus alitas en el río y con ellas lavaba la imagen y luego con el pico quitaba la restante porquería.
Los pastores de Estella
En la falda del monte Puy se reunían a menudo los pastores con sus ovejas. Un día vieron que sobre la cima caían muchas estrellas. Se dirigieron al lugar y encontraron una cueva y dentro de ella una imagen de la Virgen. Muy contentos avisaron a la parroquia del suceso. Cuando el sacerdote y toda la comitiva quisieron sacarla de allí, vieron que no podían moverla ni un centímetro; alguna fuerza misteriosa lo impedía. La Virgen quería quedarse allí, así es que levantaron un santuario en el lugar de la aparición. Esto sucedía el año 1085, con el rey Sancho Ramírez, que decidió fundar allí mismo una ciudad: Estella.
Algunas fuentes consultadas: